Mi caballo, yo y el mar.
En un atardecer, el sol muy rojo desapareciendo en el horizonte…y yo, cautivada por el momento quiero atrapar ese sol que se va.Voy con mi caballo galopando tras las huellas de ese sol en el mar.
Lenguas de agua, acarician con suaves oleajes la arena que se vuelve oscura una y otra vez y el mar ruge, golpea ,se desmenuza ,estalla en crestas de espuma para retirarse luego. Es una danza.
Pero mi carrera es alocada, las patas de mi caballo se hunden dejando su huella .Y de pronto es pájaro, de pronto reptil, mi corazón golpea fuertemente el pecho pero es inútil, el sol se va…
Me detengo.El caballo relincha ,su pecho se agita y con mi mano agradezco su esfuerzo en una caricia .Los dos miramos hacia el horizonte.
Las primeras sombras se adueñan del paisaje y un viento fresco despeina a mi caballo .En ese momento somos un solo ser, silenciosos y asombrados contemplando la maravillosa escena de las primeras estrellas que se encienden como farolitos lejanos y es entonces que emerge otro astro .gigantesco .Absortos ,enmudecidos ante tal escena., se ha hecho presente la luna. Gigantezca.nìtida,deslumbrante. Parece que un coro de angeles acompañara su entrada triunfal.
Todo sucede en pocos minutos. Se eleva.Mi instinto de asombro me hace bajar de mi caballo que patea la arena nervioso por volver a casa. Dejo sueltas sus riendas. Pero es tan manso, que permanece a mi lado .
Comienzo a caminar. Mi caballo me sigue. Los pensamientos son desordenados.Es tanta la paz y es tanto el deslumbramiento por el momento de estar a solas conmigo misma que solo atino a seguir el camino al costado de la playa.
Y asi voy en busca del sol pero nunca lo alcanzo. Solo la luna me acompaña. La luna y mi caballo.
"alice" Entre Rios 15 de agosto de 2011